¿A quién no le ha pasado que cuando va a quitar las arrugas de su pantalón o camisa favorita, llega la plancha y se rompe? De repente, sin avisar ni pensar en cómo nos las vamos a apañar sin el servicio que nos presta. Una verdadera lata para quien le toca sufrirlo.

Puede ser que le hubiera llegado la hora y que simplemente haya reclamado su merecido descanso. Aunque seguramente el problema sea que no hayamos mimado lo suficiente a nuestro pequeño electrodoméstico. Recuerda que, para prolongar la vida útil de cualquier aparato electrónico, es necesario cuidarlo y ser riguroso con el mantenimiento.

Por ejemplo, ¿cuánto hace que no limpias la cal de tu plancha de vapor?

Con estos 5 consejos no solo ayudarás a mantener tu plancha como el primer día, sino que también evitarás que el tejido de tus prendas quede dañado por las incrustaciones de cal y sarro.

Agua destilada, tu mejor aliada frente a la cal

La cal suele acumularse en los puntos de paso del agua y en la zona de salida del vapor: depósito, conductos y superficie de la plancha. En esta última parte también tendrás que evitar la acumulación de sarro.

Es importante que recuerdes esta frase: nunca utilices agua del grifo para planchar. Por muy buena, pura e increíble que creas que es la de tu barrio, siempre contiene un porcentaje elevado de cal dispuesto a obstruir cada poro de tu preciado electrodoméstico.

Cada aparato electrónico tiene su oficio, y filtrar el agua no se encuentra entre las funciones de tu plancha de vapor, por lo que nuestra recomendación es usar siempre agua destilada para evitar, en la medida de lo posible, acelerar el deterioro de sus componentes.

Agua y vinagre para limpiar la cal de tu plancha

El vinagre es uno de esos productos milagrosos a la hora de quitar manchas complicadas o eliminar residuos incrustados en tu electrodoméstico. El secreto reside en su alto grado de acidez, gracias al cual podemos disolver gran parte de los residuos perjudiciales, como por ejemplo la cal que obstruye nuestra plancha de vapor.

¡Pero cuidado! Es conveniente que lo rebajes con agua para no afectar a la durabilidad de los componentes. Llena el depósito de tu plancha con agua y vinagre a partes iguales, enchúfala y deja que se caliente. Después utiliza la función de vapor hasta que se vacíe el depósito. Si crees que aún no se ha limpiado del todo, puedes repetir el proceso las veces que creas necesarias.

Es importante que no olvides pasar un paño húmedo tras el proceso. Así eliminarás cualquier resto que haya quedado sobre la superficie. Invertirás algo de tiempo, sí, pero ganarás años de vida útil para tu plancha.

Limpia el sarro de tu plancha de vapor con pasta de dientes

Si la pasta de dientes es capaz de mantener nuestros dientes sanos y limpios de sarro, también puede hacer lo mismo con nuestra plancha.

¡Apunta! Para esta operación de limpieza vas a necesitar los siguientes elementos: pasta de dientes, un trapo para extender el producto por la superficie de tu plancha y un trozo de tela inservible sobre el que aplicar el vapor.

Un consejo: es importante que apliques el producto en frío y que no escatimes en pasta de dientes. Toda la superficie tiene que estar bien cubierta para que la limpieza sea lo más profunda posible.

Elimina la cal de la superficie de la plancha con sal

Un truco de lo más efectivo para eliminar la cal de la superficie de tu plancha de vapor es sazonar un trapo seco con tres cucharadas de sal. Reparte bien el contenido de las cucharas por el trapo mientras enciendes tu plancha. Cuando esté caliente tendrás que frotar hacia delante y hacia atrás hasta que hayas cumplido tu objetivo de eliminar toda la cal de tu pequeño electrodoméstico. También es efectivo para pequeñas manchas de quemaduras.

Cuando termines debes dejar que la plancha se enfríe y retirar los residuos restantes con un paño húmedo.

Agua tibia y lavavajillas hasta que la base de tu plancha quede perfecta

Si os habéis fijado, todos los productos que hemos utilizado hasta ahora son de uso común en todos los hogares: pasta de dientes, agua, vinagre y sal.

En nuestro último consejo vamos a seguir en la misma línea y lo único que vas a necesitar para dejar la superficie de tu plancha reluciente es agua tibia y lavavajillas.

Nada complicado, simplemente tendrás que empapar un trapo con agua y añadir un poco de lavavajillas. Después, tus propias manos y un poco de paciencia harán el resto. Frota la superficie con el trapo hasta que veas que has conseguido el resultado deseado.

Como en todos los procesos anteriores, al terminar tendremos que pasar un trapo húmedo sobre la superficie de nuestra plancha para eliminar los restos. No sé tú, pero nosotros les tenemos mucho cariño a todos nuestros electrodomésticos. Al fin y al cabo, son los que nos permiten disfrutar de más tiempo libre en nuestro día a día. ¿Te imaginas una vida sin ellos?

Ahora sí que no tienes excusa. Después de estos consejos ha quedado claro que prevenir es mucho más sencillo y económico que curar, y que mimar a tu plancha de vapor te va a llevar muy poco tiempo en comparación con la cantidad de trabajo que ella te va a ahorrar mientras dure vuestra acalorada relación. ¡No dejes que se enfríe para siempre!